viernes, 4 de noviembre de 2011

Kapha dosha, en el desarrollo de la enfermedad


La tercera fuerza principal que dirige el cuerpo humano es kapha. El kapha mantiene la cohesión, la estructura, la resistencia y la fortaleza del organismo. Reside en el estómago y en el pecho. El kapha controla los jugos gástricos y forma el tejido conectivo (el fluido intersticial que rodea las células), los músculos, la grasa, los huesos y los nervios. Además, lubrica las articulaciones, genera el tejido mucoso de la boca, la garganta, los pulmones, el estómago y los intestinos, y mantiene el cuerpo cohesionado. Sin la cohesión que proporciona el kapha, el cuerpo sería un montón de células inconexas esparcidas por el suelo.
El kapha se ve afectado por el movimiento de retroceso de la fuerza vata llega al esfínter pilórico, la válvula que conecta el estómago con el duodeno. El reflujo de la bilis del duodeno, así como de toxinas y microbios de los intestinos, y en algunos casos raros incluso de heces, puede llegar a las paredes del duodeno y abrirse camino a través del esfínter pilórico hasta el estómago. Alguna vez, puede desencadenar espasmos y dolor. La bilis refluida y la sustancia ama pueden ocasionar transtornos gástricos. Los problemas de estómago varían según las toxinas y microbios implicados; también  pueden intervenir otros factores problemáticos, como, por ejemplo, el estrés. Naturalmente, el tipo y la cantidad de alimentos ingeridos afectan , asimismo, a los síntomas y a la gravedad del transtorno. En muchos de estos casos, el estómago responde secretando mucha mucosidad a fin de proteger, tanto sus paredes como la sangre, de la acción  de esas sustancias irritantes. La mucosidad es el medio más efectivo que tiene el cuerpo de absorber y digerir el ama.

Si la situación continúa, el tejido estomacal sufre daños y se deshidrata en las zonas expuestas a la acción destructora del ácido clorhídrico. Las células del estómago empiezan a absorber iones de hidrógeno tóxicos. Ello incrementa, a su vez, la acidez interior de las células, interrumpe su proceso metabólico y desencadena respuestas inflamatorias. Este transtorno se denomina gastritis aguda, que puede llegar a hacerse crónica y provocar úlceras pépticas y tumores cancerosos. Cuando el kapha se ve afectado en esta parte del organismo puede socavar gravemente el equilibrio psicológico y el bienestar. Generalmente viene acompañado de una extraña sensación en el vientre y de sentimientos de inseguridad y nerviosismo.

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