jueves, 1 de diciembre de 2011

Alimentos anticáncer


La dieta anticáncer se compone principalmente de verduras, legumbres acompañadas  con aceite de oliva. La carne y los huevos son opcionales y no representan el ingrediente principal.


Lista de alimentos recomendados:

Té verde
Rico en polifenoles, entre otros las catequizas (y en especial la epigalocatequina galato-3 o EGCG), que reduce el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, necesarios para el desarrollo del tumor. Es además un potente antioxidante y detoxificante, ya que activa las enzimas del hígado que eliminan las toxinas del organismo, y facilita la muerte de las células cancerosas por apoptosis. En el laboratorio se ha comprobado que potencia los efectos de la radioterapia.
El té verde japonés es aún más rico en EGCG que el té verde chino.
El té verde debe dejarse en infusión entre cinco y ocho minutos como mínimo para que libere las catequizas.

Cebada verde
Actúa como un alcalinizante natural (ph 7.0 a 7.4) ayudando a mantener el equilibrio ácido-básico del cuerpo. Refuerza el sistema inmunológico. Ver más detalles aquí

Cúrcuma y curry

La cúrcuma (el polvo amarillo que constituye uno de los ingredientes del curry amarillo) es el antiinflamatorio natural más potente identificado a fecha de hoy. Además ayuda a estimular la apoptosis de las células cancerosas y a inhibir la angiogénesis. En el laboratorio se ha comprobado que potencia la efectividad de la quimioterapia y que reduce el crecimiento del tumor.

Jengibre
La raíz de jengibre actúa también como potente antiinflamatorio y antioxidante, más eficaz que la vitamina E. Actúa contra determinadas células cancerosas. Ayuda a reducir la creación de nuevos vasos sanguíneos.

Verduras crucíferas
La col (en sus variedades: coles de Bruselas, bok choy, repollo chino, brécol, coliflor, etc) contienen sulforafano e indo-3-carbinoles (I3C), dos poderosas moléculas anticáncer, capaces de eliminar ciertas sustancias cancerígenas. Impiden que las células precancerosas se conviertan en tumores malignos, promueven la apoptosis de las células cancerosas y bloquean la angiogénesis.

Ajo, cebolla, puerro, chalota, cebolleta
Los compuestos azufrados de esta familia (la familia de las Liliáceas) reducen los efectos cancerígenos de las nitrosaminas y de los compuestos n-nitroso, que se generan en la carne asada, frita, quemada. Promueven la apoptosis en el cáncer de colon, mama, pulmón y próstata.
Además, todas las verduras de esta familia ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre, lo cual a su vez reduce la secreción de insulina y de IGF y, por ende, el crecimiento de las células cancerosas.

Verduras y frutas ricas en carotenoides
Las zanahorias, la batata, el calabacín amarillo, la calabaza, ciertas variedades del calabacín naranja, el tomate, el caqui, los albaricoques, la remolacha y todas las frutas de color (naranja, rojo, amarillo, verde) contienen vitamina A y licopeno, con capacidad comprobada de inhibir el crecimiento de las células tumorales, algunas especialmente agresivas como las de los gliomas.
La luteína, el licopeno, el fitoeno y la cantaxantina estimulan el crecimiento de las células inmunitarias e incrementan su capacidad de atacar las células de los tumores. Hacen que las células NK resulten más agresivas.

El tomate y la salsa de tomate
Se ha comprobado que el licopeno del tomate tiene que ver con un mayor superviencia en aquellos casos de cáncer de próstata en que el hombre consume salsa de tomate en dos comidas a la semana.

Soja
La isoflavonas de la soja (como la genisteína, la daidzeína y la gliciteína, entre otras) bloquean la estimulación de las células cancerosas por las hormonas sexuales (los estrógenos y la testosterona). También intervienen bloqueando la angiogénesis.
Atención: Los suplementos de soja (en forma de píldoras o comprimidos) se han asociado a n agravamiento de ciertos cánceres de mama. No es el caso de la soja ingerida como alimento.
Se recomienda no consumir alimentos a base de soja durante un tratamiento de quimioterapia con Taxol.


Setas
La shiitake, maitake, enoki, cremini, portobello, seta común y la seta de cardo contienen todas ellas polisacáridos y lentinano, que estimulan la reproducción y la actividad de las células inmunes.

Hierbas y especias
Las hierbas empleadas en la cocina, (romero, el tomillo, el orégano, la albahaca, la hierbabuena, etc.), son muy ricas en aceites esenciales de la familia de los terpenos, a los que deben su fragancia.
Promueven la apoptosis de las células cancerosas y reducen su expansión al bloquear las enzimas que necesitan para invadir tejidos cercanos.
El carnosol del romero es además un potente antioxidante y antiinflamatorio.
El perejil y el apio contienen apigenina, un antiinflamatorio que promueve la apoptosis y bloque la angiogénesis.

Algas
Muchas variedades de algas comestibles que se consumen contienen moléculas que frenan el crecimiento del cáncer, sobre todo el de mama, próstata, piel y colon.. La fucoidina, presente en las algas, ayudan a provocar la muerte celular por apoptosis y estimulan las células inmunes ( como las Natural Killer). La fucoxantina es el ingrediente que confiere tonalidad marrón a determinadas variedades de algas. Se trata de un carotenoide (de la misma familia que el licopeno de los tomates) y es aún más efectivo que el licopeno en su capacidad para inhibir el crecimiento de las células de cáncer de próstata.
Las algas marrones alargan el ciclo menstrual gracias a su efecto antiestrógenos
La nori es una de las extremadamente raras especies vegetales que contienen ácidos grasos omega-3 en cadenas largas –las más eficaces contra la inflamación, e indispensables para el adecuado funcionamiento de las neuronas.

Los ácidos grasos omega-3
Los omega-3 de cadena larga, presentes en los pescados grasos reducen el crecimiento de las células cancerosas en gran variedad de tumores (de pulmón, mama, colon, próstata, riñón, etc.).
Las mejores fuentes de pescado graso son los  de menor tamaño, con las anchoas enteras, la caballa y las sardinas (incluidas las enlatadas, siempre que estén conservadas en aceite de oliva y no en aceite de girasol, excesivamente rico en omega-6). El salmón también es una buena fuente de omega-3. El pescado congelado va perdiendo poco a poco su contenido en omega-3 a lo largo del proceso de conservación.

Alimentos ricos en selenio
El selenio es un oligoelemento que estimula las células inmunes y en especial las NK. Por otra parte, el selenio potencia los efectos de los mecanismos antioxidantes del organismo.

La vitamina D
Una administración significativa de vitamina D reduce de manera considerable el riesgo de padecer toda una serie de cánceres (en más de 75 por 100 con una ingesta diaria de 1.000 UIs de la forma 25 Hidroxivitamina D.
Los alimentos de más vitamina D contienen son: el aceite de hígado de bacalao (1.460 UI por cada cucharada sopera), el salmón (360 UI por cada 100g), la caballa (345 UI por cada 100g las sardinas (270 UI cada 100 g) y las anguilas (200 UI por cada 100 g). La leche enriquecida con vitamina D contiene tan solo 98 UI por vaso; un huevo contiene 25 UI y 100 g de hígado de ternera contienen 20 UI.

Los probióticos
Los probióticos, bacterias “amigas”, ayudan a hacer la digestión y facilitan la motilidad intestinal. Además, desempeñan un papel importante de estabilización de sistema inmne. Entre las más comunes están el lactobacillus acidophilus y el lactobacillus bifidus. Se ha demostrado que estas dos bacterias probióticas inhiben el crecimiento de las células de cáncer de colon. Además, al facilitar la motilidad intestinal, y reduce el riesgo de cáncer de colon ya que los intestinos quedan expuestos menos tiempo a las sustancias cancerígenas que puedan estar presentes en los alimentos. Por ello, los probióticos cumplen también un papel de desintoxicación.
Los yogures orgánicos y del kéfir son buenas fuentes de probióticos.

Los prebióticos
Hay una serie de alimentos conocidos como prebióticos, es decir contienen polímeros de fructosa, que estimulan el desarrollo de las bacterias prebióticas. Algunos ejemplos serían: el ajo, la cebolla el tomate, los espárragos, el plátano y el trigo

Las frutas rojas
Las fresas, las frambuesas, los arándanos, las moras contienen ácido elágico, así como gran cantidad de prolifenoles, que estimulan los mecanismos de eliminación de sustancias cancerígenas e inhiben la angiogénesis. Además, las antocianidinas y proantocianidinas promueven la apoptosis de células cancerosas.

Los cítricos
Las naranjas, las mandarinas, el limón y el pomelo contienen flavonoides antiinflamatorios. Además, estimulan la desintoxicación de sustancias cancerígenas por parte del hígado.
Se ha demostrado que los flavonoides de la piel de la mandarina (llamados tangeritina y nobiletina) sobre gliomas malignos, facilitan su muerte por apoptosis y reducen su capacidad de invadir tejidos cercanos.

El zumo de granada
Sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes ya son conocidas, así como su capacidad para reducir sustancialmente el desarrollo del cáncer de próstata

El chocolate negro
El chocolate negro, con más de un 70 por 100 de cacao, contiene gran cantidad de antioxidantes, proantocianidinas y muchos polifenoles (una onza de chocolate contiene el doble que un vaso de vino tinto, y casi tantos como una taza de té verde adecuadamente prepardo). Estas moléculas frenan el crecimiento de las celulas cancerosas y limitan la angiogénesis.
Atención: Mezclar chocolate con productos lácteos anula los efectos beneficiosos de las moléculas del cacao. Evitar la leche con cacao.



El vino tinto
El vino tiento contiene muchos polifenoles, entre otros el célebre resveratrol. Estos polifenoles se extraen en la fermentación. De ahí que su concentración sea mucho mayor en el vino que en el zumo de uva.
El resveratrol actúa en unas enzimas llamadas sirtuinas, conocidas por su poder de protección de las células sanas contra el envejecimiento. También puede frenar las tres fases del desarrollo del cáncer (iniciación, promoción y progresión) al bloquear la acción del NF-kappaB.

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