miércoles, 6 de junio de 2012

Cuando mueres sólo cambias de conciencia


Pim Van Lommel, cardiólogo, investiga experiencias después de la muerte (EDM)

Madurar es liberar la conciencia de la edad: he tratado a jóvenes con experiencias después de la muerte más maduros que yo. Mi padre era neurólogo y yo quise ser físico: ahora estudio física cuántica para entender qué sucede tras la muerte. La fe es otro camino a la verdad

Aceptar
La ciencia ignora o niega cuanto no puede explicar, pero eso no quiere decir que no exista. La vida del doctor Van Lommel es una apuesta por la verdad, por muy inexplicable que parezca, más allá del camino trillado de la ortodoxia. Han pasado diez años desde que hablamos, pero al estrechar su mano en el aeropuerto de Amsterdam (viene de conferenciar en Atlanta) me sonríe como a un viejo amigo y experimento una íntima sensación de paz y seguridad. El doctor Van Lommel se ha asomado al otro lado sin dejarse en éste el sentido común y lo que ha visto es bueno, aunque, para dominarnos, nos hayan infundido el miedo a verlo. Aceptarlo es aceptarnos y sentirse mejor.

Cuando enseñaba Cardiología en el hospital de Arnheim -800 camas- ya investigaba cómo algunos pacientes, tras infarto y muerte clínica, volvían a vivir.


...
Hasta que en 1986 leí el testimonio de un estudiante de Medicina, George Ritchie, que resucitó tras nueve minutos de muerte clínica. Me impresionó tanto que empecé a estudiar en profundidad esos casos.

¿Tantos había?
En 1988 ya tenía doce episodios incuestionables y creé una red de investigación con otros diez hospitales holandeses. Iniciamos un estudio clínico prospectivo de 344 pacientes, que publicó The Lancet (2001).

Causó un impacto mundial.
Tanto que ya le avancé entonces, cuando usted me entrevistó, que, tras 31 años de cardiología, me iba a dedicar en exclusiva a las experiencias cercanas a la muerte (EDM).

¿Qué hemos aprendido desde el 2001?
Tenemos más preguntas, además de la clásica: ¿si la conciencia es un mero producto del cerebro, cómo puede sobrevivir y explicar la experiencia de la muerte?

¿Qué dice la ortodoxia médica?
Que se trata de meras alucinaciones causadas por la anoxia (carencia de oxígeno).

¿Y qué le dice su investigación?
Si la causa fuera la anoxia, todos los que vuelven a la vida tras la muerte tendrían EDM, porque todos la sufren, pero, en cambio, sólo el 18% tiene esas experiencias.

¿Qué explican sobre ellas?
Coinciden en hablar de recuerdos, cognición y emociones y mantienen la identidad, un punto crucial, porque el ego es el enlace entre la conciencia y el cuerpo.

¿Luces, voces, su vida en un instante...?
Las han experimentado miles de personas, pero no todos las explican por temor a ser tachados de lunáticos o porque creen que las causan la medicación o la enfermedad.

¿Todos experimentan lo mismo?
No todos experimentan todo, pero todos citan algunas experiencias recurrentes que coinciden en un cruce espacio-temporal.

¿A qué se refiere?
Es la revisión de la vida pasada, pero también la futura y presente: algunos, al volver, anticipan sucesos y reinterpretan los ya pasados, así que suelen cambiar de pareja, detrabajo, de existencia, porque han contemplado su vida en conjunto durante su EDM.

¿Cómo son esas visiones?
Inefables, a menudo el lenguaje carece de términos para explicarlas. Una EDM de tres minutos puede requerir semanas de testimonio en el que no se repite un solo episodio. El tiempo, como le decía, transcurre de un modo único en síntesis con el espacio y una constelación de familiares y afectos.

Por ejemplo.
Un paciente refiere cómo en su EDM había visto a un señor desconocido sonriéndole. Diez años después, su madre agonizante le reveló que él era hijo de una relación extramarital y le mostró una fotografía de su padre biológico, asesinado en un campo de concentración: era aquel señor sonriente.

¿Cómo sabe que esos pacientes clínicamente muertos siguen conscientes?
Lo prueban cientos de casos. En Conciencia más allá de la vida explico el de un hombre de 43 años que nos llegó cianótico, frío, sin tensión y con las pupilas dilatadas. La enfermera le extrajo la dentadura postiza y la depositó en un cajón. Resucitó inexplicablemente tras un largo coma y preguntó por sus dientes.

Si estas vivo, resultan muy útiles.
Reconoció, al verla, a la enfermera y le pidió que se los devolviera. Ella nos llamó alarmada y entonces el paciente nos relató en detalle lo que habíamos dicho y hecho cuando llegó muerto a urgencias del hospital.

¿Y usted qué cree?
Nuestra conciencia no es más que un retransmisor para esta dimensión de nuestro ser en varias. Es como una radio que, mientras vivimos aquí, sintoniza con este universo. Nuestra muerte sólo es un cambio de conciencia, una transición. Sólo morimos en una dimensión para pasar a otras.

¿Es una convicción religiosa?
Es física cuántica. Yo no soy creyente. Muchas religiones se han acercado a esa realidad con técnicas de paso entre esas dimensiones, como la meditación o el misticismo.

¿Cómo lo sabe?
Porque estudio casos -me consultan decenas cada día- y las experiencias son recurrentes y concurrentes: confluyen tiempo -pasado, presente y futuro: tienen visiones- y espacio en sensación de unidad.

...
Y esos testimonios de cada día coinciden con los relatos de la mística y las visiones de profetas, gurús y santos desde hace siglos.

¿Todo está conectado?
Ven la luz (los niños me cuentan que un ángel; los ateos hablan de "una energía" y los creyentes, de Dios). Todos se refieren a lo mismo y que en ello se sienten integrados.

¿Por qué la ciencia lo ignora?
Hasta ahora, la mecánica cuántica demuestra que la luz consta de partículas que al mismo tiempo son ondas -creo que nuestra conciencia las retransmite- dependiendo del estado del observador.

La experiencia de lo objetivo, al fin, depende de tu estado subjetivo.
Así que, desde los gurús milenarios hasta los físicos cuánticos, cuando asumes tu transición sin miedo experimentas un anticipo de esa sensación de plenitud.

sábado, 2 de junio de 2012

Respirar es medicina







Porque reaprender a respirar o hacerlo conscientemente tiene efectos increíbles, te damos técnicas para que mejores tu vida a la de ya. Por Marisol González Ficachi

Estás en casa, en silencio, asustada por que sientes falta de aire. Incluso percibes una opresión en el pecho, dosis de ansiedad y malestar. El aire no llega tan lejos en tu cuerpo como quisieras. “Y es que la falta de aire o de respiración profunda es una de las causas de estrés para el cuerpo y la mente” asegura Jorge Espinosa, maestro de yoga y director de Centro Kiai. “Es indispensable respirar conscientemente y oxigenar adecuadamente todo tu sistema”.

Si notas un desequilibrio en tu inhalación con respecto a la exhalación, tristeza, angustia o ansiedad probablemente es por no respirar como se debe. Desde este momento, mientras lees, reconecta con tu respiración natural, tal cual es, y descubres si puedes hacer algo para mejorarla.

La diferencia

Visualiza algún recuerdo que tengas sobre una situación estresante, de esas historias que aún te ponen fría con tan solo volver a ellas. Tal vez un susto, un ataque de ansiedad o los trescientos pendientes en tu escritorio que tienes que resolver bajo presión. En esos momentos la respiración se acorta y se acelera, no es capaz de ir más allá de mis fosas nasales y garganta. Los órganos internos resienten la falta de oxígeno, el sistema nervioso se altera y si, te sientes al borde de un ataque. Ahora vamos al otro extremo. Lleva tu mente a un lugar o a una situación de paz, de gozo o alegría; uno de esos instantes que están guardados en la caja de tus tesoros. Observa como es la sensación de tu respirar en ese estado. Sentirte tranquila o inspirada alenta tu respiración, se vuelve profunda y hasta te hace suspirar. Sin duda, se siente bien, mucho mejor.

El libro Prana Pranayama. Prana Vidya sostiene que :El rango y la profundidad de la respiración son reguladas por factores como el ejercicio –en este caso aumenta la actividad metabólica-, las emociones, los pensamientos e incluso factores externos:

Un respiración suave&lenta indica un estado de relajación en cuerpo&mente.

Respiración irregular generalmente se traduce en un estado de tensión.

Con la ansiedad, el respirar se vuelve rápido, superficial y poco profundo.

Con enojo las respiraciones son cortas y forzadas.

El dolor trae consigo respiraciones arrítmicas, entrecortadas. Cuesta trabajo respirar. Y la depresión genera un respirar en forma de suspiro aletargado, desagastado.

La respiración yóguica completa

Reconocer la respiración y reaprender a respirar es algo muy necesario en nuestros tiempos. La velocidad en la que se mueve el mundo es poco saludable, incluso desbalanceada y sobra decirlo. Todos padecemos de estrés. Las actividades, responsabilidades y estímulos externos son capaces de empujarnos hasta el caos, una crisis o parálisis. Incluso la respiración irregular está asociada con neurosis y trastornos mentales. 

Por eso comenzar por entender el proceso de la respiración es tan importante como alimentarte adecuadamente y dormir lo suficiente.

Reconecta

Al respirar conscientemente podemos obtener mayor cantidad de aire en los pulmones. La respiración inconsciente o la vital –la que sucede cuando ni te acuerdas que respiras- obtiene medio litro de aire, mientras que al practicar la respiración yóguica puedes obtener hasta cinco litros de aire, permitiendo mayor intercambio de gases en la sangre.

Al inhalar, el aire entra por las fosas nasales, pasa la garganta, llega los pulmones y los expande en tres dimensiones: arriba y abajo, al frente y hacia atrás y hacia los costados. Simultáneamente desciende el diafragma; se puede ver y sentir su movimiento en el vientre. De la misma forma, el aire regresa del diafragama y es expulsado suavemente después de pasar por los pulmones, la garganta y las fosas nasales.

Para lograrlo debes inhalar desde el abdomen. Inténtalo. Se siente diferente. La respiración es un ciclo que abre y cierra, comienza y termina, recibe y da. Y como todo ciclo es de suma importancia que se realice con armonía, balance y naturalidad.

Practícala

Recuéstate en el suelo sobre un mat en savasana o en la postura del muerto. Separa tus piernas, estíralas. Abre los brazos permitiendo apertura en tus hombros y pecho y que tus palmas miren hacia el cielo. Asegúrate que tu espalda esté súper larga y que no haya dolor en lumbares –lleva cóccix y pompas hacia el frente- ni en cervicales –alarga el cuello, barbilla ligeramente hacia el pecho y separa hombros de oídos-. Relaja todo el cuerpo y conecta con tu respiración natural. Sin juicios, simplemente observa si tu inhalación es más corta que la exhalación o viceversa, las sensaciones que te produce, etc. Fija tu mente y pensamientos en el hecho de respirar. No hay nada más que pensar en este momento. Siente el peso de tu cuerpo sobre la tierra y suelta toda tensión que pueda existir. No trates de controlar nada, sólo suelta. Ahora lleva tus manos al vientre bajo y conéctate con el movimiento natural de la respiración. Inhala primero en el diafragma, expande la cavidad del pecho y llena los pulmones. Exhala igual de lento y con suavidad.

Date cuenta de la relajación que puede surgir a través de este simple ejercicio. Disfruta. Visualiza el trayecto de la respiración yóguica completa una y otra vez. Comprueba del poder que tiene la respiración para relajar tu sistema nervioso y recuperar la calma. Hazlo por lo menos 10 o 15 minutos al día. Así es como deberíamos respirar todo el tiempo, tal como lo hace un bebé desde su abdomen.

La ciencia del pranayama

En la práctica de yoga, el prana es la energía universal que une a todos y nos da la vida. No es el aire, pues podemos dejar de respirar a momentos y seguimos vivos. Es la energía que permite la vida. Y pranayama, la ciencia del incremento de prana en el cuerpo o el control de la respiración. Y se practica a través de técnicas basadas en la inhalación (puraka), exhalación (rechaka) y retención (kumbhaka)–esta última para avanzados-.

Hay tres formas de llenar el cuerpo de prana: a través de la alimentación, de la luz solar y de la respiración. Según el mismo libro Prana Pranayama. Prana Vidya de Swami Niranjanananda Saraswati: “Manipulando, acumulándolo y expandiendo el prana que se encuentra en nuestro cuerpo es posible despertar una energía con mayor vitalidad, lucidez y salud que se encuentra latente en la base de nuestra columna”. Se hace alargándola, aumentando o disminuyendo su velocidad; consiste en llevarla más allá de su límite natural. ¿De qué me sirve esto? Para purificar el cuerpo, la mente, las emociones y obtener consciencia y una sensación de vitalidad que quizá nunca has experimentado.

La práctica

Aunque el pranayama es un técnica que se enseña a alumnos avanzados de yoga, en un momento que han acumulado experiencia en consciencia corporal, mental y emocional y que han fortalecido su sistema nervioso, existen ejercicios que pueden hacer todas las personas y que según Vasant Lad, eminencia en la medicina Ayurvédica, conservan la salud y rejuvenecen. Te los compartimos para que respires otra vez como desde el principio.

Recuerda:

- El primer paso es entonar los ritmos de la inhalación y de la exhalación, que sean iguales, simétricos. Al igualarlos también sincronizamos los ritmos cerebrales, los latidos del corazón, la tensión muscular, la mente, los ritmos emocionales y hormonales.

- Trabajar consciencia completa para la inhalación y la misma consciencia para la exhalación. 

1. Limpieza y relajación

Nadi Shodhana

Hacerlo diario cambia la vida, incluso su nombre significa limpiar o purificar. Es uno de los pranayamas más recomendados.

Sentado en postura cómoda y erecta, colocar las mano derecha en chin mudra y la izquierda en vishnu mudra. Consiste en alternar la inhalación y la exhalación entre la fosa nasal derecha y la izquierda y tiene un efecto de balance en todo tu sistema.

Con el pulgar derecho tapa la fosa nasal derecha y exhala por la izquierda. Inhala por la fosa izquierda, tapa con meñique y anular la fosa izquierda y exhala por la derecha. Inhala derecha, tapa la fosa derecha con tu pulgar y exhala por al fosa izquierda. Así completas un ciclo de esta técnica de respiración. 

Paso 1

Tapa la fosa nasal derecha y respira 5 veces sólo por la fosa izquierda. Tapa la fosa izquierda y respira 5 veces por la fosa derecha. Respiración relajada y profunda.

Paso 2



Ajusta los tiempos de inhalación y exhalación. Ambos deben coincidir. Rango sugerido: 4 tiempos. Si puedes 5, adelante, si no en 3.

Paso 3

Comienza la respiración alternada como se explicó previamente. Realiza 15 ciclos.

2. Equilibrio y flujo natural

Padadhirasana

Esta respiración tiene como objetivo el balance. Híncate con las rodillas y talones juntos y siéntate sobre ellos. Espalda recta y barba paralela al piso. Cierra los ojos y lleva tu atención a la respiración natural. Lleva las manos debajo de tus axilas y cruzadas. Mano derecha a la axila izquierda y viceversa. Los dedos, excepto el pulgar quedan abrazados entre tu torso y axila y el pulgar apuntando al cielo. Respira 10 minutos. Ahora, observa si tienes tapada alguna de tus fosas nasales. Si la fosa nasal derecha recibe menos aire deja solamente la mano derecha bajo tu axila y relaja el otro brazo sobre tu pierna en chin mudra. Si la fosa izquierda es la tapada haz lo mismo pero del otro lado. Quédate respirando por cinco minutos y nota cómo se destapa la fosa bloqueada. La idea es regular el flujo de energía en ambos lados.

3. Rescate contra el estrés

Bhramari pranayama

En esta técnica haces sonido como una abeja pronunciando internamente la “mmmmmmmmm”. La vibración del sonido tiene un efecto suave y relajante para la mente y el sistema nervioso. Es ideal para momentos en que se asoma la crisis.

Siéntate en postura cómoda, ya sea con piernas cruzadas o con las rodillas dobladas y pies en el suelo. Tápate los oídos con los dedos índices o con toda la palma de tus manos, según tu comodidad y la postura que hayas elegido. Cierra los ojos y relaja el cuerpo. Los labios deben permanecer cerrados con los dientes ligeramente separados. Relaja la mandíbula. Respira sólo por la nariz. Inhala y al exhalar suave y controladamente, comienza con el sonido de abeja. El sonido debe ser armónico y continuo. Escucha el sonido y concentra tu atención en el centro de la cabeza. Hazlo de 5 a 10 veces.


Hiperventilación vs hipoventilación

La primera se refiere a una respiración a un ritmo más largo, profundo o rápido; más de 150 respiraciones por minuto. La segunda es una respiración reducida, lenta, menor a 5 respiraciones por minuto. Bhastrika y kapalbhati (la respiración de fuego)son consideradas pranayamas de hiperventilación yr ecomendadas sólo con guía y en prácticas avanzadas. Mientras que ujjayi (conocida como respiración victoriosa y usada en el ashtanga yoga), sheetali y sheetkari son métodos de hipoventilación.

Al hiperventilar obtenemos un efecto vitalizante y estimulante. Estas técnicas de pranayama son excelentes para elevar la energía y sentirte más despierto y alerta. Esto se debe al esfuerzo muscular y a el acelerado ritmo metabólico que se induce. También purifican y generar calor en el cuerpo y la mente.

En el caso de las técnicas de hipoventilación obtenemos un efecto tranquilizante. Se reduce el ritmo metabólico, y las frecuencias cerebrales y te dejan en un estado relajado y meditativo. 

Marisol González Ficachi es editora de yoga y fitness en la revista Balance twitter:@marisolgficachi
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